lunes, 13 de agosto de 2007

Canibalismo ( luego de un rato con Andres Caicedo)

Se la comian dormida; la dejaban como un trapo sucio, desnuda y arrugada sobre la cama revuelta, con sabanas sucias de semen, de pelo de gato, de escupitajos, de algodones, de sudor; que el eje del mundo terminar con ella, los dos desnudos luego de tanto paseo invisible, un paseo desierto; la dejaban en la calle dormida, en la acera de alguna calle principal, con una canasta repleta de pinchitos con masmelo para que en medio de la traba, con las pastillas entre las manos, sabia que debia tomarlas como debia tambalearse con el pinchito en la mano ofreciendolos por la calle, y los ojos revueltos pero tambien claros por la pastilla, abiertos con lagunas vacias; luego a la noche dormida la recogian en el carro, ya tarde para que nadie se diera cuenta aunque que alguien se diera cuenta eso aqui no cuenta y se la comian dormida; la dejaban como un trapo sucio, desnuda y arrugada sobre la cama revuelta, con sabanas sucias de semen, de pelo de gato, de escupitajos, de algodones, de sudor; que el eje del mundo terminara con ella, los dos desnudos luego de tanto paseo invisible y de todos los dias, un paseo desierto, repleto de gente como de pelos las axilas, un paseo desierto que era una caja abierta en el sueño donde habia luz y el eje del mundo, caminando con ella, el eje del mundo terminaba de comersela, luego de tanto paseo desierto y ella lo disfrutaba, cerrando todas las celulas, intentando aprisionarle en su cuerpo, que no escapara, que siguiera follandola todo el dia, tambaleada y no fueran las pastillas las que la mantuvieran depierta, sino el eje del mundo que le llenaba virtualmente, en medio del sueño las lagunas vacias y al menos podia llorar, podia tambalearse y caerse y al menos asi no costaria darse cuenta de los que entraban pisando sus gatos por la puerta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por qué tan repugnante?

Natalia dijo...

Algo le pasa al mundo jose, yo no entiendo porque la frialdad duele mas cuando se desgarran las viceras del amor, el frío debería anesteciar los crateres que el tiempo tiene señalados para undir la daga(?).

Yo no quiero que todos siempre sea un engaño y que nada tenga fin, es como un sucio tapete de puerta, es como si todos encontraran su alguien que le sirviera para limpiarce los zapatos de goma, limpiarcelos de la lluvia de acidos ya oxidados, y yo no quiero ener mi tapete, prefiero lamerme las suelas... malparida contingencia.

un abrazo, y fuerza, que no sobra.