domingo, 21 de octubre de 2007

POEMA imperfectamente TRISTE CON FINAL FELIZ

Disfrazando la melancolía en sus harapos
los adivine payasos;
una luz de luciérnaga en las ruedas,
la intuí carruseles
no sonrisas...

cobarde
abandone al amarrado beso,
solo en su cuarto
en el zaguán oscuro
donde es remoto el bombillo
a la espera de una baldosa...
Y vinieron castillos de naipes,
pies perfectos, elipses,
silencios de nuevo, atrasados de un árbol,
pero les di la espalda
no me animé
creyendo que las esquinas me lo gritarían
no estiré los dedos, antes...

Casa
casa de nuevo,
volver a donde tu mamá te espera
cruzar el campo, quizás,
¿habrá alguien?
Desearía que estuvieras aquí
sin las paredes floreadas, sin lo kistch de lo mío
sin lo qué de lo tuyo
absolutamente nosotros en el seno,
ultramarinos,
flechas sin arco atravesadas en un arpa,
sin mapa, como aterrizar en una ciudad extranjera
desarmándose el mundo de donde partimos
el nuevo se reconstruye para ambos a la hora en que las llantas se ponen.
¿Habrá alguien?
anda sentenciando, no él, no yo,
impávido coloso
rasguñar la puerta,
sí, ahí está ella,
en una banca de parque mientras el verano le enciende el cabello
sin barco, sin miel, tejiendo algo para ti
el beso que dejé amarrado
ella lo desamarrará,
se lo entregué sin que supiera.



sin restringir la melancolía,
payasos;
luces de luciérnaga reparten carruseles
sonrisas.
Hoy secuestraron el beso por mi encargo,
no temieron del zaguán oscuro
lo agarraron por la espalda sin violencia
usaron sedantes
cruzaron tu campo
lo hicieron un hilo
en un sobre
desde una bicicleta lo echaron a volar
sí, sí hay alguien en casa
noche de verano.

2 comentarios:

dfcb dijo...

es tan cerca de poesía que no puedo releerlo, excelente parcero

Anónimo dijo...

Camario dice:
"Se me caen las ansias al vacío
se me caen los gritos a la nada
se me caen al caos las blasfemias"

Huidobro.

Dígame dónde lo encuentro para no perderlo nunca... que yo vuelva a este desarmado mundo de donde parto, desde una ciduad casi extranjera, y que veamos una película y me cuente que aun alusina y me suba a su infierno que a la larga es un cielo y yo me baje de este cielo que es las puertas del infierno. Nos tomemos una cerveza tal vez y hablemos la basura que uno se pone a hablar porque no hay limpieza que valga la pena. Dígame que lo puedo encontrar para no tener que perderlo nunca. Que yo regrese a casa... sólo por un rato, y esté aun lo que se quedó...

Lo quiero mucho desgraciado cianuro de letras medicadas