martes, 31 de julio de 2007

putas asesinas

VIAJE DE SU HERMANA SEGUN REITER

cuento a 4 manos, para seis manos.

Como si perder el reflejo me desprendiera de lo que tú eras. Deseo no visitarte de nuevo, pero, debo reconocerlo, tu sordidez me llama, como que me hala así ese hueco negro que solo sé de nombre. Sí tuviera claro al menos alguno de mis sentidos, tranquila podría entregarte la piedra, pero cambia tanto todo: ella sabía que el amor maltratado, mutilado, dejaba siempre una rendija abierta a la esperanza, y que la esperanza era su plan (o al revés) y que su materialización, su objetivación, consistía en fugarse del manicomio con ella y emprender el camino de Francia.

Este año, breves gotas deslizándose hacia abajo, aunque da igual que lo hicieran hacia arriba. Cada mes, un breve vomito de araña cristalizado. Y el día, un glóbulo camino al mar de las sitres. ¡A!, y las horas, las horas, horas hartas de minutos sencillos, sencillos hasta el punto de segundos, segundos, palabras y acciones. Algo así, indeterminado, el mejor año de su vida quizás fue el viaje.

Por el contrario de lo esperado, el interés por el sexo había desaparecido notablemente, como si la guerra hubiera acabado con las reservas de testosterona en lo hombres, de feromonas, de deseo, y ya nadie quisiera hacer el amor. Solo follaban, a su juicio, las putas, pues ese era su oficio, pero incluso en ellas, sus amigas y algunas otras mujeres que caminaban ya fuera de la ocupación, el deseo en realidad encubría otra cosa: un teatro de inocencia, un matadero congelado, una calle solitaria y un cine. Las mujeres, sus amigas, parecían niñas recién despertadas de una pesadilla horrible. El viaje no había sido inútil. Él, era lo mas seguro, había desaparecido. Y así no, buscarlo para el silencio, le parecía inútil.

- La guerra tiene mucho que ver con la amnesia-le dijo una chica.
Después dijo:
- Amnesia es cuando uno pierde la memoria y no recuerda nada, ni su nombre, ni el nombre de su novio.
Y añadió:
- También existe una amnesia selectiva, que es cuando uno recuerda todo o cree que recuerda todo y sólo ha olvidado una cosa, la única cosa importante de su vida.

Nada había sido en vano. Fin.

jueves, 26 de julio de 2007

PIEL -SENtidos

Alguna tecla no abandona su sonido. No tengo la menor idea. No confunde no ver, lo que es hermoso son especialmente las voces; no es que logren de alguna forma materializarse, ni hacerse imagen, es la misma forma de la voz, el cuerpo, sus ojos, su nariz, todo delicadamente ubicado, suavemente del que venga. Algo para lo que no alcanzan las palabras.

Desplazamientos sutiles, las huellas dactilares contra el marco de la puerta. Me arrastras. Las cosas han cambiado su tono, como si el juego de los colores de los meses de una u otra forma hubiera sido tan real, que sin darnos cuenta, de pronto ya era momento de percibir los días de diferente forma. Concibiéndolo todo para influenciar tus cajas, llenarlas de los recuerdos para luego extrañarlos, y mirarlos desde arriba como a tortugas marinas cortando al mar y al viento.

Dilucídame, que soy palabra y quiero desvestir mis hilos, desenredarlos corazón. En yesterdays y en ayeres. En suaves pétalos destapar mis gotas. Pintarme el cielo y dejar mi mano volar, desmembrarla de mi y morirla dulce y acida en su distancia, pero prístina entre las palomas. Que silencio en la fiesta. En la boca tuya. En el extraño placer de andarte, caminarte como un ojo-cucaracha por tu cara.



martes, 17 de julio de 2007

CARTA PARA CARMEN

Espero que vuelvan los dragones

Prostitución pasiva

Nostalgia, lentitud y aletargamiento

Michelle, un círculo de poetas. Una palabra volátil, casi como una cámara que va despertando todo con luz violeta de amanecer febril, amanecer aterido.

No es que los dragones no quieran volver, es que las alas vienen casi recortadas desde el vientre.

Te emociona, la prostitución Carmen. Dices que eres emprendedora. Tienes relaciones con un señor de sesenta y cinco años. Sin pena. ¿Cien millones pude costar tu intimidad?

Melancolía, aturdimiento y pasividad.

Angie, los poetas han muerto. Dos palabras volátiles, muy posiblemente: se han diseminado, han solo tenido en cuenta la realidad y a la palabra.

Posdata: las buenas películas, los buenos libros y los buenos poemas. El bosque de la literatura, de la gran literatura y también de la buena literatura, esconde pequeños y delicados detalles. Eso la hace grande y especial. A parte de que la palabra, como el arte, es autosuficiente, así como la música, es la única realmente, que necesita de alguien.

Tengo ganas de cine sexy, algo así como con música de radiohead. Vanilla sky, The Dreamers o Great expectations, El perfume cuenta. Hable con ella, sin la menor duda.

sábado, 14 de julio de 2007

ALGO PARA AYER


- Va a salir muy larga si no cortamos ya – repite Camille, luego de haberlo dicho más de tres veces-. No puedes ir muy lejos.
- No importa ahora Camille, creo que se fueron – repito, luego de haberlo dicho varias veces-. Igual no puedo ir muy lejos tampoco.
- Por....- cambiando la voz, como cuando algo se le corre adentro y sus ojos cambian de lugar, van de la mesa esquinera, a la manta a rayas del sofá, al cuadro de manzanas, a la puerta de la cocina reflejándola. Luego del recorrido, cuando cae en el reflejo de su mirada, cambia para que nada vuelva a ser como era.
- Porque hay mucha oscuridad entre poste y poste, algo así como una boca enorme que me prohibirá volver.
- No importa, de casa a la tienda ninguna oscuridad es tan peligrosa – segura.
- Tengo miedo. Camille, ven por favor. Te extraño.
- Ahora no puedo, ven, corta ya.
- No Camille, no te vallas. Ven por favor, si salgo contigo de casa ni a mamá, ni a mi, nos dará miedo. A demás, ella estará confiada. Mira que si solo la vieras, con su maldita obsesión por mantener todo en orden, todo en fila. Encantada y hasta hablando sola, cuando cree que no le ponemos atención Camille – le digo acelerado, creyendo que de pronto fuera posible que mi voz desapareciera. – A demás Camille, si tu vienes, podrías llevarme a verlo – ahogo un sollozo, y dejo esa palabras al aire. Una sugerencia, confiando en que a ella no podrá molestarle que yo quisiera verlo y quedarme con el tirados en el parque toda una tarde.
- Tomas, tú sabes bien que no puedo. Que ninguno de los dos puede, el ya no puede tampoco.
- Sí si puede, solo que el también esta atrapado, pero no de la misma forma en que yo. Solamente si el no lo admirara tanto – digo con algo de envidia en mi voz y hago lo mismo que digo que hace Camille cuando algo se le corre adentro. Cambio mis ojos de lugar, voy por los títulos de los libros, por el escritorio, por las sabanas, por el televisor donde atrapo el reflejo de unos ojos que eran como los de antes, pero que ahora trato de controlar para que nada vuelva a ser como era.
- Ya. Bastante, tú bien sabes que ahora no puedo tomar un bus y durar ocho horas metida adentro con Julián, cogida de su mano y aguantándome que llore todo el viaje. No Tomás, sabes que no puedo. Ve solo hasta la tienda, ninguna oscuridad va a comerte. Te compras un jamón, algo de queso y un banano, te sientas en algún banco y te calmas. Ninguno de los dos quiere que las cosas sean como antes ¿cierto? – dice apresurada, triste. Pero yo se que todos extrañamos las cosas como antes, puede ser que él no, pero todo por que así estamos mas tranquilos, mas calmados y mas lejos de que el abismo entre poste y poste nos trague.- Bien Tomás, voy a cortar. Te quiero. El también, así no creas.
- Esta bien Camille, ¿cuando puedas vienes?
- Seguro Tomás, pero por ahora no. Te quiero. Y mira que tu mamá, no lo hace de maldad, es solo por cuidarte. Ella tampoco quiere que las cosas sean como antes.
- Yo también te quiero. Chao
- Chao
Y la línea aparece auditivamente, con un pito inquebrantable que jamás termina. Cuelgo. Voy a la tienda, aunque tengo miedo. Pero Camille tiene razón, nada malo puede pasar entre poste y poste. Compro el jamón, el queso y los como sin pan, es que no me gusta. Y luego el banano, para acordarme de que él también quiere seguir tranquilo. Que Camille quiere ver crecer a Julián sin problema. Y que mamá quiere morir también con paz, creyéndose que todo volvió a ser como era cuando venían a casa y bajábamos a hablar a la zona común, sin saber que ahí fue donde empezó todo. Chao.

martes, 10 de julio de 2007

Esat: una entrada más. Las cosas pueden estancarse cuando los ojos me miran demasiado claros, como una espiral, aparentemente divertida que va de un lado a otro, te digo que una helice de helicoptero reducida.
Tu y ella en el jardin. ¿Donde quedo el botón? No se, el bueno con los escondites no soy yo.


Tengo miedo, pero no voy a dejar de hacerlo.
Hasta empiezo a compiar, a fotocopiar, a darme con juegos de palabras que son pocos los que hacen bien. Tu.

Tengo miedo, pero no voy a perder mi postura.
Tengo miedo, pero intentare que sea cierto, que lo sea, no va en el agua de mis manos.

Tengo miedo, pero puedo bajar o subir la escalera.
Tengo miedo, pero en los remiendos siguen las bombas, las flores amarillas, los
relatos con fondo de agua.
Tengo miedo pero, y tengo boca
Tengo miedo, pero me pongo una camisa morada.
Tendre miedo, pero igual creere en que lanzarme sin cuerdas sea lo posible.

Tengo miedo de tener miedo, de que depronto la maceta saque patas y se valla. Tengo miedo de que te levantes de la cama y blum sea hora de ir a buscar.

TENGO MIEDO, PERO NO IMPORTA
.

domingo, 8 de julio de 2007

evidencias


PARA ELLOS

La música, condenada a repetirse para siempre en la misma sale de espera, tendida sobre las bufandas, nos besaba el cuello con sus dedos fríos. Teníamos miedo, también nosotros dos condenados a esperar el buque. Alguna obsesión con los mares fríos de la que el jefe se entero, porque si no, no nos habría enviado a este lugar. Pensé que después de muertos ya estaríamos libres. Pero todo parece una caja de resonancia, nada escapa. Fueron meses lo que esperamos sentados, creí. ¡NO! Solo diez días para poder consentirte el pelo, para poder ir a caminar contigo y mirarte, preguntarte cualquier cosa que me diera una pista. Soy un cobarde. Somos cobardes. No importa, hoy vamos rumbo a no se donde y el frío raja los labios con sus hilachas como cuchillas viajando por el aire. El desayuno, el almuerzo, la cena, los libros, la clase, el cine, el silencio, la palabra, los sueños, el teatro, la escena, la rana, el búho, la almendra, la hierba, la cocina, el grupo, los gatos, las torres, las alturas, los ladrones, los tigres, los besos, Cortazar, los espejos, el café, un mudo, los pasos, los parques, el señor que no vendía cigarrillos a menores, mi mamá sabe que fumo y me pide que no lo haga, las abejas, los malos programas de televisión, los hermanos, las fugas, las pupilas, las amapolas, los tintineos, los brazos con códigos de barras, las alfombras, las bufandas, las piezas nuevas, los cielos rotos, los ángeles, los fantasmas, mi casa, tu casa desconocida, la luz de neón, química, física, filosofía, los calzoncillos, las cintas, lo que admiras, la inocencia, la dirección, el baño, el graffiti, la cebolla, el color rojo, el saco verde, ¿quien pensó que escribir fuera tan fácil?, ¿quien que amarte fuera un acto simple?, ¿Quién con celos?, ¿Quién con miedo?, mujeres con pañuelos, hijos que se van a la guerra, vampiros delicados, colchones inflables, pulgueros, ¿Quién pensó que la palabra inflable fuera tan apropiada desde su estética para nosotros Ana? En este buque todos nos perdemos, nos vamos por un baño y es que queríamos un restaurante. Poe no hablaba con nadie, Rimbaud escapo de su casa, el padre de Cortázar huyo de casa, a Van Gogh se le murio un hermano antes de que naciera, Proust duro postrado en cama toda su vida. ¿Importa? Claro. No digo más. Solo que en este buque todo se pierde, todo se ahoga en cada esquina, hay unos que se tiran porque se dan cuenta que se les esta yendo la materia. Ya a dentro, no nos podemos quedar los dos solos. Todo se repite de manera inusual, como el humo nuevo y los dragones y las rosas que se van formando. Igual, con nada nos basta.
TENGO CERTEZAS

ERES COMO UN BOSQUE DE KLIMT
DIFUSO, LLENO DE PUNTITOS QUE ME PIERDEN


LO QUE PUEDA SENTIR, ES ALGO QUE SOLO A MI ME PERTENCE,

NO HE DADO MI CORAZON A NADIE ,
SOLO HE ABIERTO UN ESPACIO
QUE VA A LA PAR DE LOS LATIDOS.

viernes, 6 de julio de 2007

1....Perro sin Sangre

Nunca pensé en poder trasladar esto a las palabras. Pero, ¿no es esto más que una ilusión? El ejercicio de ver, solo, a través de una ventana. Inevitable, vas a continuar hasta que el cuerpo no resista; de las ocho a las diez y de las cinco a las siete, cuando debo seguir el camino y perderme entre las ramas hasta el claro para dejar un plato de lentejas a alguien con el que has pactado nuestros días seguros. Acepte porque no tenia de otra, ni siquiera sé quien las come. Todas las tardes, a las siete, sopesando mi voluntad aparto las ramas rasguñándome y arranco a correr desenfrenadamente por un sendero como venas apretadas por la carne. Y de pronto, perfectamente limitado, un círculo donde coloco el plato. No reconozco el regreso, todo se vuelve fango, el bosque respira nirvana y el corazón rasga, me raspa la cabeza, la congestiona de naturaleza que lentamente se va derritiendo, el cielo derrama gases hasta mí y sin saber como, despierto luego en mi cama y tu, en la tina, limpiándote las heridas, me saludas como a un fantasma.

Debo intentar los ojos como diques. Limpiar el polvo y el moho que se acumulan en la ventana para poder consentirte desde lejos. Somos una especie de zombi viviendo en una casa donde por entre las baldosas resquebrajadas crecen flores silvestres que barremos sin consentimiento cuando nos da por limpiar. Aquí dentro, nos vamos pudriendo. Aquí donde las lagartijas y las chinas se matan entre ellas porque las moscas ya no llenan su apetito. Aquí donde la humedad, lagunas en el techo y en las paredes. Como putas pudimos acordar esto, este hibrido de filiación. Hay que buscarse un rincón escondido de la piel para poder respirar tranquilo. ¿No es esto más que una ilusión? No. En medio de la huida, esta vida fue lo que construimos. Seguros nos habíamos prometido jamás ser una pareja-charco, sí, estoy seguro, en el apartamento, protegidos de la peste. Y ahora, cuando te veo deslizar por el agua, olvidándote de los caimanes, pienso que para ambos los cuentos de Poe solo eran sublimes manifestaciones del inconciente.

Normalmente doy paso por paso los pasos, no evito ninguno, no tomo atajos, pero anoche, cuando las heridas de la voz, nirvana, cuando me rasparon la cabeza, el punto mas escondido, el mas oscuro entre toda la corteza cerebral, el que señala a mi cuerpo la continuidad del ritmo establecido, no respetó sus propias reglas y seguí parado, viendo como los árboles mientras se derretían, aprovechaban el gas para poder estirar en una especie de burbuja delgada sus xilemas, buscando la superficie y alimentarse misteriosamente antes de perder la sangre con la lluvia. Intentando evitar esas corrientes-ramas, pase al claro, que también se me tenia prohibido.

No me crees, te vale una mierda lo que diga. He clausurado mi palabra. Soy mudo. Soy mudo para ti y por consecuencia para el resto del mundo, porque en un pantano podrido y fétido, solo tú eres de mi mundo. Tú nadando como si así pudieras escaparte, como si cociéndome la boca, sí con c, porque la cebas con caricias y ojos que luego de todo siguen bonitos, como si fueras a comerla, pero luego la dejas esperando y entonces ella se queda esperando y prefiero callarla, para que el agua hirviendo no le queme mas la lengua. Entonces prefiero escribirte, así te vallas con la carta al agua y dejes a la tinta irse hasta diluirse.