viernes, 20 de marzo de 2009

Me obsesiona

Me obsesiona la idea del silencio, de los fragmentos y de lo remoto, la cadencia con la que podría mantenerse un sonámbulo.
Me obsesiona la idea del silencio, la de los padres y la de un espacio invencible, olvidado, acuoso, del vientre materno.
Me obsesiona la idea del silencio, de la intimidad, de no poder corresponderme.
Me obsesiona la idea del silencio, de las palabras mudas que se van hasta los ojos, la de los nudos en la garganta.
Me obsesiona la idea del silencio, de verme desnudo y lleno de ropa, de caricias que no me gustan y de miedos que repelen y escapan para volver, luego de segundos, aun más intensos.
Me obsesiona la idea del silencio, la de las imágenes en otra estancia, en un mundo paralelo, distinto del nuestro.