sábado, 15 de septiembre de 2007

nudos





Espero. Pausadamente intente dar tiempo, distraerme apartando la bruma. Pero sigues ahí, en la copa de los árboles, al final de un camino que andé bajo la lluvia. Bajé las gradas, camine mojándome algunas cuadras; la lluvia iba creciendo, las cañerías las había borrado en un principio, preferí nadar, no se me ocurrió que caminando unas cuadras el agua pudiera crecer a tal punto. Los árboles continuaron siendo nudosos y delgados, cortos. Con cada paso, la distancia parecía estrecharse aunque yo la adivinara igual, pues sin la menor conjunción, únicamente con la paradoja de tus ojos que no cesan de clavarse en algo parecido a un juego contra los míos. De todas formas de nada sirve recitar la historia mentalmente, de momento a la música no le ha dado por atacar sin permiso, si le pisara la cola se dispararía. Me acosa la sensación de que ambos tenemos la lengua amarrada, no voy a decir quien dijo que te quitaras el corazón para que se te acabaran los problemas. No es momento de asegurar nada y hay miedo como nubes pesadas para tener por capricho necesitado, desamarrárnoslas sin antes devolver a las calles sus cañerías.

poema harto de influencia borgeciana

El hombre nunca termina de ser el
él solo, él mismo
va condenado a una multiplicación la secuencia de cada ciertos días
y el de hace un mes, ya no es el de hoy
aunque muy parecido al de hace horas
irremediablemente deslinda en otro cause
quizás húmedo
quizás infinitesimal e irremediable
transcurrido
de fuego y mosquitos

¿mascaras o espejos?

domingo, 9 de septiembre de 2007

Prologo y Epilogo

1.
No me molesta no ser parte de tu círculo irremediable y asesino
podré esperar la llegada del camino
mis heridas sanan rápido/ han herido durante tantos días
que imagino se cansan de seguir cortando
y desprendiéndose en corrientes sin pender el mar revuelto
desde el centro del pecho
son corrientes de luz que viajan como agua a través de un aire vacío
limitadas a cruzar hasta desaparecer en medio de la oscuridad
que el cuerpo sin sentir nada, es solo una soga
hundiéndose en el agua.

2.
Busco una singladura perfecta
para hablar con los ojos y la nariz escondida:
cobardía y refugio, ganas de buscarse un autobús nocturno,
descoordinado que ronde tu circulo de borde rojo
sin saber cual es la fuerza del agujero negro que atrae
donde el infinito es blanco, infinitamente blanco
pero que acariciado por telarañas y cortinas empolvadas
impide ver el centro
preciso adivinarlo o juguetearlo mientras los ojos desde la puerta entreabierta
arremeten a cruzar la oscuridad,
sin atisbar el peligro de tus caricias extrañas
de tu mirada remota,
de tu presencia delicada e inasible/ de tu existencia frágil/

sábado, 1 de septiembre de 2007

secuencia concertada







me gusta cuando las hormigas se desperdician sobre el semen de alguien que hace mucho no se masturbaba

Mirar tan concentrado es lo que estorba, voy a protegerte, con dagas en las manos, en las manos mías que disfrutan cada milímetro de ti aproximándose cautelosas, dejando cuando te ven indefensa a un lado cualquier otra cosa, que cobardes ¿no? Sin decir ni sol, ni luz, ni araña, ni lámpara, ni oscuridad, ni corazón, ni dragón, ni nada, ni mierda, ni mierda y vamos a darle por el culo al mundo, que se reviente si quiere, pero voy a darle una patada que le resienta; es que usted, oiga usted ignorante, pero no ignorante porque no sepa nada, sino porque me ignora, eso debería ser un ignorador, pero esa palabra no existe, anda perdida en la casa, en sus cuartos la primera vez infinitos de tan oscuros, pero porque tu no desilusionas así con una vida completamente destrozada que aparentemente se derrumba feliz, pero yo no quiero que te mueras, no quiero que tu vida no tenga ningún sentido si no estas enamorada, es demasiado egoísta, pero quisiera solamente recostarme en algún colchón contigo y consentirte toda la noche, como lo hice furtivo una noche en el viaje o de camino regresando en el bus aprovechando que dormías, no me vallas a reprochar nada si llegas a leer esto en algún momento, sí, sí importa, pero que voy a poder decirte, señalar un sí o apuntar un falso no para que se desmenuce en el aire, no me apuntes con el dedo y con los ojos tan abiertos.